Oronda,
risueña, energética, sus senos llenan la vista de todos los que la miran, va
por la Calle 8 como si fuera a un concurso de belleza. Es transexual, la saludo
porque nos hemos tropezado más de una vez y además me cae bien. Una mujer que
va saliendo de Goodwill exclama al verla: Qué
barbaridad. Le respondo: Es guapísima.
Entonces se me queda mirando con asco y me dice: Pero si es un hombre!!!. Y qué tiene que ver eso???, le digo algo
mosqueda. Entonces se me enfrenta con tremenda mala leche y me grita en inglés:
I have the right to express myself and
say my opinion!!! La miro con algo de compasión y a la misma vez con cierto
desprecio, porque ella es mínima, neurótica, infeliz, su fealdad interior se
refleja en su cara amargada, adivino que nunca ha hecho ni tenido lo que ha
deseado, de modo que le digo para cerrar el capítulo: Indeed, and ‘she’ also has the right to do whatever she wants...
Yo
creo que en el fondo, lo que realmente sintió fue envidia de la altivez y el
desenfado que despedía aroma a Channel, a veces el recurso de los envidiosos
para encubrir sus insatisfacciones es el prejuicio.
C. K. Adrey
Obra: “Oshún en Carnaval” de
C. K. Adrey | Pigmentos sobre canvas | 2005
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