Thursday

Reflexión a partir de un comentario (mejor dicho, un diálogo) que escuché en la calle



Huyes de tu país porque tú y tu familia vivían en unas condiciones terribles. No tenías libertad en tu país. No tenías trabajo en tu país. El gobierno de tu país es corrupto y tú le importas un comino. No hay democracia en la tierra donde naciste, y si la hay es una democracia sin garantías constitucionales. Cuatro o cinco bandidos se reparten las tierras en tu país  y trabajabas para ellos por un plato de comida, a veces te gritaban, te maltrataban sin piedad, te castigaban, te daban un empujón o te sacaban a la calle, entonces te quedabas sin trabajo y el hambre se comía a tus hijos. En tu país aparecen muertos que nadie sabe quién los asesinó, los periódicos hablan y hablan, pero es tanto el miedo y tanta la represión que hasta los periódicos desaparecen o son censurados, no puedes protestar, si lo haces en algún momento la pagas con tu propia muerte o con la cárcel. Ese es el drama cotidiano en tu país, de muchos países que como el tuyo tienen las puertas cerradas. Pero llega un día en que no puedes más, te asfixias, te dueles por dentro y decides escapar, emigrar a donde tengas mejores condiciones.  Llegas a Estados Unidos y consigues trabajo, un techo, comida, puedes hablar lo que te dé la gana, comprarte un cacharro, una televisión, aunque seas un inmigrante ilegal tus hijos que nacen aquí son ayudados por el gobierno y van a la escuela, si tienes una emergencia te atienden en los hospitales aunque no tengas seguro médico. Entonces… ¿por qué criticas y muerdes la única mano a la que pudiste agarrarte en tu desesperación? ¿Por qué no le agradeces a esta tierra la oportunidad que la vida te brindó para que salieras de tu miseria? Y si eres legal, lo que significa que te fue otorgado un permiso de residencia… ¿por qué no ayudas al desarrollo de esta nación con acciones positivas para mejorarlo en vez de desprestigiarlo y denigrarlo? Nada es perfecto, la supervivencia no es fácil y toda la humanidad se enfrenta a ella diariamente, pero nunca te olvides de agradecer a donde quiera que vayas, nunca, es lo mínimo que puedes hacer. Si Estados Unidos NO es lo que esperabas encontrar, si no está a la medida de tus expectativas, regresa a tu país, agarra un OVNI y lárgate… el camino de regreso no necesita visa y es mucho más fácil.

DIALOGO:

-Este país es una mierda… -dice uno que está sentado en un contén de la calle 8 tomándose una cerveza.

-Pues sí… -dice el otro mientras se toma una CocaCola-… yo tengo que trabajar en la construcción porque no tengo papeles… ¿en qué tú trabajas?

-Yo no trabajo, soy refugiado… el gobierno nos da una ayudita pero no alza pa’ ná… todo se va en la renta y la comida… por eso mi mujer tiene un “partainsito” por la izquierda con una compañía de limpieza…

-Tengo un amigo que es refugiado y le dieron una beca para que estudiara… también tienen Medicaid él y su familia… les dan sellos de comida… y un pase gratis para el autobús… sus niños tienen daycare

-Pero ven acá… ¿tú te crees que yo me voy a poner a estudiar? Yo soy un bruto, compadre… -dice el cervecero con cara de asco- ¿Y tú que hacías en tu país? ¿Pa’ qué carajo viniste pa’ esta mierda?

-No conseguía trabajo… por eso me vine con los pinches gringos... de aquí le mando dinero a mi familia… estoy reuniendo para abrirme allá un taller de mecánica...

-Ah bueno, así cambia la cosa… ¿y lo que ganas te alcanza pa’ todo eso?

-Hago horas extras y no me pagan mal… pero qué sol y qué calor hay que aguantar…

(Punto. Me tomé el café de un tirón y me largué, si me quedo los abofeteo, sobre todo al cervecero).

C.K.Aldrey

Foto: Internet Library 

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