No me lo puedo
creer, lo hace frente a un usuario del supermercado, es decir, delante de mí… ssssssss…sssssss… porque usted sabe
que ella es esto y lo otro… sssssss…
ssss… ¿qué se cree?... déjeme
decirle… sssss… sssss…. patatín patatán… ssss… ssss… El insidioso va guardando en la bolsa
mi mercancía mientras en plan cotillera de barrio escupe veneno al oído del
supervisor, que en ese momento se encuentra cuadrando la caja registradora… ssss… ssss… el cuasimurmullo y la forma en que mueve los ojos imprimen al
monólogo cierto aire macabro que da repugnancia. Desvío la mirada y veo a la
víctima trabajando sin parar, atendiendo a los clientes, colando café,
preparando sándwiches, enjuagando las tazas, una chica amable que por encima de
la ropa se le nota que lo menos que desea es estar en bronca con nadie, la
pobre ni se imagina la grandísima porquería que le están haciendo. El supervisor
escucha, escucha, escucha, va procesando el chisme pero no dice absolutamente
nada, trata de enfocarse en el trabajo, pero… ¿por qué no contesta? ¿Por qué no
manda a callar al desgraciado? ¿Será porque tiene un archivo mental donde
guarda información de posible utilidad para los malos tiempos? Muchos jefes
necesitan del servicio cizañero de los soplones para mantenerse al día de las
cosas que suceden a intramuros de los negocios, y si viene al caso, usarlo para
deshacerse de personal cuando la economía les aprieta los zapatos, pero si
permiten estos episodios, sobre todo frente al público… ¿tendrán cerebro
suficiente para diferenciar verdades de mentiras? Por ejemplo, suponiendo que hubiera
algo de cierto en lo que ese individuo dice… ¿cómo se puede confiar en una
persona que urde intrigas en contra de sus compañeros de trabajo?
Siempre hay tipejos
dispuestos a ganarse medallas desacreditando a los demás, envidiosos que se
afanan en crear tensiones para subir al andamio del oportunismo, y siempre los
que reclutan y toleran a esta ralea de impresentables. Por otra parte, ¿qué tal
un poco de ética profesional? ¿Cómo es que se permiten escenas de este tipo frente
a los clientes? Quizás pido demasiado, queridísimo mundo… porque la ética es un
dinosaurio que viaja en un barco que se hunde.
-2-
A propósito de…
Los siguientes
pertenecen a mi libro en proceso
Numeria:
veinte sentencias apocalípticas.
XI
¡Dios
mío!
En
Italia hubo un terremoto
y
murieron mil doscientas personas.
¿Se
enteraron?
En
Italia hubo un terremoto
y
murieron tres mil personas.
¡Qué
horror!
¡Han
muerto cuatro mil personas en Italia
producto
de un maremoto!
La
tradición oral del planeta
pica
y se extiende.
Por
cierto…
en
Italia no hubo ninguna catástrofe
sucedió
en una región
casi
despoblada de la China
y
sólo murieron tres chinos
y
dos turistas italianos.
XIX
Al azul
lo convierten en
rojo
al rojo en amarillo
al amarillo en verde…
y el verde adquiere
después del embarre
cualquier tonalidad
menos verde.
Así funciona
la transmisión de
palabras
cuando las lenguas queman
y las neuronas fallan.
Numeria
está abrasada
por el fuego
de Omega.
C.
K. Aldrey
Ilustración:
Caricatura de Mark Anderson
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