Friday

Mejor me siento porque si no me caigo




Me he dado cuenta que un alto porcentaje de emigrantes cubanos en los Estados Unidos y otros países, dicen cosas horribles y denigrantes del Presidente norteamericano y su familia, incluso utilizan un lenguaje extremadamente violento, vulgar y ofensivo y le siguen la rima a los medios de difusión más extremistas de la izquierda, los cuales manipulan la información de tal manera que al final la noticia se va por la tangente.  Entonces me he puesto a pensar… a pensar… a pensar… y he descubierto que en el fondo (y no tan en el fondo) amaban a Fidel Castro. Llego a esta conclusión porque en Cuba ese porcentaje NUNCA se expresó en contra del golpista comunistoide que nos gobernaba y menos públicamente, ni  siquiera en contra de los bandidos que lo rodeaban, y más impresentables no podían ser.  


Todos tenemos derecho a opinar, es una de las prebendas de la Democracia, pero existe una gran diferencia entre no estar de acuerdo con el Presidente de este país y expresarlo con respeto y una visión crítica inteligente, a sumarse a la horda de bullying con esa rabia de soldados facinerosos o brigadas de respuesta rápida, vergüenza les debería de dar, sobre todo a los que se han beneficiado de las ayudas federales y estatales y que gracias a ellas han salido adelante, lo que no pudieron hacer en su país de origen.


La verdad es que estoy espantada con las cosas que he leído por ahí, no solamente se hablan horrores del Presidente y su familia en el peor y más abyecto lenguaje, sino también de los Estados Unidos en general. El otro día en la cola para una de las registradoras del Dollar Tree, había una señora cubana bastante joven diciendo barbaridades, entre otras cosas dijo que la gente en Cuba está muy equivocada, este país no es lo que se piensan... no es fácil, mi hermano, y cuando le tocó pagar lo hizo con la tarjeta de Food Stamps, o sea que pagó su mercancía con cupones regalados por el gobierno americano, lo que lleva implícito que también recibe otros beneficios completamente gratis, como medicamentos, servicios médicos, etc. Tal pareciera que fuera cierto lo que se murmura, la historia de que están saliendo del closet los asalariados del régimen castrista, esos que fueron enviados en diferentes épocas a USA por vías diversas para esperar por el llamado subversivo de la isla e intentar desestabilizar esta nación.


Por lo pronto cuando me pregunten en dónde nací, responderé que en Tau Gruis y sólo estoy de pasada por el planeta Tierra. Diosito, muchas gracias por haberme iluminado cuando regalé mi escopeta. Amén.


Foto y texto: C. K. Aldrey


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